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Muchas madres y padres viven angustiados porque tienen un hijo cuyo comportamiento es un poco diferente al de otros niños que conocen. Con suerte una parte de ellos llegan hasta el término Alta Demanda o Altas Necesidades y entonces por lo menos pueden poner nombre a la manera de comportarse de su hijo, lo cual no quiere decir que sea una etiqueta. Es simplemente una definición para entender lo que ocurre en sus vidas.

Cuando conoces el término Alta Demanda y encuentras tantas similitudes con tu hijo, por lo general respiras aliviado, dejas de sentirte un bicho raro y también dejas de sentirte culpable, pero no es suficiente con conocer el término. Cuanto más sepas de la Alta Demanda mejor entenderás a tu hijo y por lo tanto mejor podrás ocuparte de él de una manera más gratificante para todos, porque si tienes un hijo de Alta Demanda seguro que ya has comprobado que no es fácil la vida diaria y que cuantas más herramientas tengas mejor será.

Algunas claves para que la relación con tu hijo sea más fluida son las siguientes:

  1. ACEPTA a tu hijo tal y como es, la Alta Demanda forma parte de su carácter y si bien puedes acompañarle para conducirlo de una manera adecuada, éste no va a cambiar. El niño que nace de Alta Demanda se convierte en un adulto de Alta Demanda y tú puedes hacer mucho para que eso sea algo positivo en su vida.
  2. CONECTA con él. Cuanto más conectado estés con sus necesidades más fácil te resultará atenderle. Si eres consciente de la diferencia entre las necesidades que vienen dadas por su Alta Demanda y lo que pueden considerarse caprichos podrás actuar de acuerdo a lo que necesita.
  3. ATIENDE TUS NECESIDADES, esta es una clave fundamental en la que la mayoría de los padres y mucho más las madres fallamos. Es tal la intensidad emocional de nuestros peques que puede llegar a desbordarnos y para poder mantenernos en nuestro sitio y ejercer nuestro papel de una manera saludable es importantísimo cuidarnos también.

Teniendo en cuenta estas claves la maternidad/paternidad de tu hijo de Alta Demanda te resultará mucho más satisfactoria.

Mi hija ya tiene 11 años y aceptar que ella es así es algo fundamental que tengo en cuenta cada día, porque la Alta Demanda sigue ahí mostrándome a una niña vivaz y entusiasta que rebosa energía por los cuatro costados. Cuando por el motivo que sea no estoy conectada con sus necesidades resulta mucho más difícil seguirla el ritmo.

Ahora que veo las cosas con perspectiva veo lo importante que fueron estas claves en su primera infancia.

Si necesitas ayuda para conocer lo que necesita un niño de Alta Demanda y cómo gestionarlo, ponte en contacto conmigo y buscamos la mejor opción para ti en este momento: monica@crianzadealtademanda.com