Este concepto es relativamente nuevo para mí, aunque define a la pefección la complejidad de mis pensamientos. Cuando descubrí la definición, pensé así soy yo y seguramente así sean mis hijos porque ya apuntan maneras.
Existen dos tipos de pensamiento:
- El lineal: en el que una cosa lleva a la otra de forma más o menos ordenada
- El arborescente: en el que simulando las ramas de un árbol, las ideas se solapan, se suceden, van, vienen…de una manera más desordenada. El problema de este tipo de pensamiento es que hay tanta cantidad de ideas que a veces resulta difícil separar lo importante de lo trivial, y que puede resultar díficil expresar con claridad lo que pensamos. Este tipo de pensamiento se da mucho en las personas de Altas Capacidades y es por eso que muchas veces a pesar de tener la respuesta les resulta imposible concretar lo que quieren decir. (Quiero aclarar que yo no estoy formalmente evaluada como altas capacidades, y a estas alturas realmente me da igual saberlo, pero en el camino de buscar información para entender más sobre ello para poder ayudar a mi hija que sí lo está, voy encontrandome con muchas cosas en las que me veo fielemente reflejada)
Para mí el pensamiento arborescente me resulta agotador y pienso en que sería genial poder desconectarlo en algunas ocasiones como por ejemplo por la noche, cuando me tumbo en la cama agotada y mi mente se pone a mil revoluciones a repasar el día, a programar el día siguiente, a planificar las vacaciones…..y aún es peor cuando de madrugada me despierto y me doy cuenta que ya llevo un rato pensando y que además en esos momentos es cuando se me ocurren las mejores ideas, ideas que siempre que puedo intento plasmar en un papel, pero a veces eso no es posible y cuando quieres recuperar esa idea se ha difuminado, ya no te parece tan buena o no eres capaz de darle forma cuando antes ya lo habías hecho en tu cabeza. Para esos momentos sería fabuloso tener una grabadora de pensamientos, que si aún no se ha inventado espero que alguien lo haga pronto.
Otro problema que se me presenta es que al final todas esas ideas van de un lado a otro de mi cabeza y eso me produce una saturación que me paraliza, ¿cómo es posible que teniendo tantas ideas al final no tenga ninguna clara? Con el tiempo he descubierto que necesito «ver» todo lo que tengo dentro de mi cabeza sobre el papel y además necesito interconectarlo, porque sino se quedan en un montón de ideas deambulando en mi cabeza y produciendome malestar e incluso dolor físico.
Una buena manera de representar todas esas ideas inconexas sobre un papel es mediante los mapas mentales, que son una representación gráfica de toda esa información. Es una manera muy visual y práctica de exponer todo eso que se amontona dentro de mi cabeza.
Los mapas mentales tienen la estructura de un árbol. El tronco es la parte más importante y de ella salen las distintas ramas de una forma radial representando el proceso del pensamiento arborescente.
En mi hija ya veo claramente este tipo de pensamiento en muchas ocasiones, veo cómo a veces su cabeza es mucho más rápida que su forma de expresión lo cual le provoca frustración, y veo que en ocasiones quiere decir tantas cosas a la vez que al final no dice nada y se enfada, veo como en ocasiones es incapaz de recordar dos «órdenes» sencillas como: ponte el abrigo y cierra la puerta, porque la primera frase la lleva a otras ideas que hacen que la segunda quede relegada en algún rincón de su cerebro.
Por tanto, es mucho más fácil decir las cosas de una en una si queremos que nos hagan caso y tenemos que tener paciencia y entender cómo funcionan sus pequeñas cabecitas. También puede resultar eficaz que aprendan desde pequeños a hacer mapas mentales para que puedan descargar su cabeza y ver de un vistazo todo lo que tienen en ella. A mí me resultan muy eficaces.
Gracias por compartirlo. La foto está genial porque me ha ayudado a explicar a otros cómo pienso. A mí me ha ayudado mucho el arte a encontrar la paz y organizar mis pensamientos. También escribir mis ideas u opciones me ayuda a tomar decisiones y a reorganizar todo en mi mente. Es inevitable sentirse diferente pero es bueno que nos aceptemos y amemos tal como somos pues podemos dar tanto al mundo que privarlo de nuestros pensamientos es casi un delito, como me dijo cierto profesor. Y además es positivo para nosotros mismos hacerlo de vez en cuando para no saturarnos. Ojalá y fuera más fácil encajar en este mundo pero en un sistema de cosas lineal es difícil. Espero que se abran más opciones para las generaciones venideras, yo por mi parte ya estoy poniendo mi granito de arena a fin de lograrlo. Saludos
Muchas gracias Lorena por tu aportación, en esa aceptación estamos.
Un abrazo
Mónica
Me ha parecido muy interesante, pero voy a matizar algo con tu permiso.
Yo no conozco a tu peque pero a la tierna edad de 4 años, el pensamiento sincrético del niñ@ es global y limitado por lo que todos tienen la característica de que a varias órdenes se saturan. En 0-6 años las órdenes se dan de una a una sí no quieres desesperarte xd
Gracias por tus aportaciones y tu labor.
Un abrazo
Jessica ar
Gracias por esa matización Jessica, está bien saberlo, pero mi hija va a cumplir 8 años!!
Justo es de lo que se queja mi niña, de que le podo todo a la vez y ella no puede con todo, «no soy pulpo» me dice muy molesta aunque sólo le pida um par de cosas. Tiene 8 años y tu artículo – tus artículos en general – me ayudan a entenderla mekor. Gracias!
Pues Alejandra procura pedirle las cosas de una en una para no atosigarla que bastante tienen con sus cabecitas 🙂
Los 8 años son una edad muy interesante, disfrútala.
Un abrazo
Mónica