Los tres años de vida de Molly fueron perfectos. Ella era el centro de atención en un triángulo de amor perfecto: mamá, papá y niña. Tenía la atención completa de sus padres para todo, y sabía exactamente que esperar. Nunca tuvo que compartir a sus padres con nadie.
Entonces llegó a su vida un intruso, tratando de ocupar su lugar central ¡Ha nacido una estrella! La gente rodea al joven rival con «oohs» y «ahhhs» y lo colman de regalos. Molly ya no es el miembro más importante de la familia. Cuando intenta obtener atención al mismo tiempo escucha «Ahora no, tengo que atender al bebé». Cuando llega una visita, ella es pasada por alto con un «Oh, que hermoso bebé». La desilusión ante su aparente degradación se transforma en enojo con el pequeño advenedizo ¿quién la ha destronado? y se siente confundida porque todos le dicen que tiene un hermanito tan lindo.
Muchos padres en esta situación tratarán de suavizar las cosas desde la lógica del adulto. Pero antes de hacerlo, deberían considerar como se ve la situación desde los ojos de su hija: «Piensa en el lado positivo, has ganado un compañero de juegos». (La lógica de la niña: «Tengo compañeros de juegos de sobra ¿Acaso yo pedí uno más? Y éste no puede jugar – todo lo que hace es llorar») «Mamá y papá te aman igual» («¿Entonces porqué el bebé está siempre en sus brazos y yo no?») «Necesito estar más tiempo con tu hermanita porque los bebés necesitan mucho a su mamá, como tu cuando eras un bebé» («Yo prefiero ser todavía bebé. Y necesitar a mamá también. Además, yo no recuerdo haber sido un bebé») «Mamá está ocupada, pero tu y papá pueden hacer algo especial» («¿Porqué necesitan un bebé? ¿Yo no era lo suficientemente buena?») «Tu te vas a acostumbrar a ella, y ella va a ser divertida para jugar» («Odio a esa bebé. Ella destruyó toda mi alegría. ¿Cuándo vas a devolverla mami?»)
Meses después de hacerse esas ilusiones, la realidad la golpea. El bebé no fue devuelto. De hecho, está creciendo, gateando y metiéndose en todas sus preciosas posesiones antiguas. Entonces, la niña se atrinchera para defender su territorio del enemigo, que destruye sus torres de bloques y molesta a sus compañeros de juegos. La hermana mayor dedica el resto de sus años de niñez a competir por el premio familiar: la atención de sus padres.
Había leído cosas del Dr. Sears sueltas, pero siempre que leo más, me parecen a cada cuál más acertada. Tal vez sea buena idea compartir estos textos con la familia cuando vean a los peques, para que empaticen más con el hermano mayor y reaccionen de una forma más compensada al repartir su atención y cariño entre los dos hermanos.
Uff Silvia, la familia. Si son empáticos y están dispuestos a escuchar sería genial. Pero eso suele ser raro.
Me alegro de que el texto te ayudara, a mi me ha sentado alrreves 🙁 Me duele que el final sea fatalista :(( Creo que lo que dicen mas o menos todos lo sabemos, yo por lo menos, lo que necesito son ideas para que no sea tan duro para mi hijo :((
¿a ver si se nos ocurre algo?? 😉
Hombre la última frase sí que suena un poco fatalista, pero yo quiero pensar que seremos capaces de hacer que eso no suceda, que conseguiremos que los grandes se sientan atendidos y queridos mientras sus hermanos van creciendo y necesitando menos dedicación.
Piensa que tu peque es todavía muy peque, que dentro de nada ya no estará todo el día en tus brazos y eso te dará más posibilidad para darle al mayor más atención.
Un abrazo, muy grande, y verás cómo lo conseguimos.:)
Yo creo que antes que nada hay que preparar mucho al mayor para la llegada del bb, hablándole de él y de como será la vida cuando el ya este presente. Recordarle mucho cuando el era bb y «compararlos» para que aunque no se acuerde en las fotos vea que el también estuvo en brazos y fue amamantado y todo lo demás. Cuando el bb ha llegado hay que involucrarlos en las actividades cotidianas, por ejemplo ayudando a cambiar el pañal aunque solo sea que nos pase las cosas y así. El también puede cantarle canciones de su repertorio y jugar los tres juntos. Esto va generando la empatía en el mayor por que puede notar como de verdad el bb depende para todo de mamá, inclusive hasta para comer.
A mi me parece que como dice el concepto del continuum si el bb ha tenido satisfechas todas sus necesidades al llegar el hermano no existe esa rivalidad de «me estan quitando mi lugar» por que para entonces el niño ya esta en otra etapa de crecimiento y el mismo se rehusará a que le traten como un bb. En casa aunque hubo momentos en que si resintió la llegada de su hermano fueron muy pocos y ahora que el bb camina ya es para él un compañero más de juego a quien además cuida y le enseña. Y por si fuera poco le esta enseñando ser más responsable por que ahora si se fija dónde deja sus cosas para asegurarse de no dejarlas al alcancé de su hermanito.
Saludos
Ivett son muy buenos consejos, pero recuerda que los niños de alta demanda siempre quieren más, y aunque hayan tenido sus necesidades satisfechas, no van a aceptar bien esa disminución de atención.
Pero sí estoy convencida que con el tiempo las cosas mejorarán.
Un abrazo.
Hola!
Tengo unos amigos que trabajan los dos, tienen dos niños y cuando regresan a casa cada uno se encarga de un niño, hacen alguna tarea de la casa y el resto se centran en el niño, en jugar con él, ir a dar un paseo… normalmente van cambiando cada día, si ayer se «hicieron cargo» del niño A, hoy del niño B.
Quizás estén menos haciendo actividades juntos, mucho menos que otros viendo las noticias,…, pero a mí me parece que les está dando buen resultado.
Saludos,
María
María, esa me parece una muy buena opción. Así los dos hijos se sienten escuchados y atendidos. Esta etapa pasa muy rápido y antes de que se den cuenta tus amigos tendrán tiempo para ellos. Y los niños habrán crecido sintiéndose queridos.
Un abrazo .
Hola muy lindo tu blog, la verdad que mucho de lo que lei aqui me ha servido bastante, tengo uno de 6 años y una bebe de 6 meses (de alta necesidad por cierto). Me quedo por aqui y te invito a que visites mi blog cuando gustes,saludos.
hogarmujer.blogspot.com
En cuanto saque un ratito Adriana.
Un saludo.