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Casi siempre nos estamos fijando en los aspectos más negativos de nuestros hijos, quizá porque son los más difíciles de aceptar o de sobrellevar en el día a día debido a la multitud de cosas que tenemos que hacer.
Pero realmente nuestros peques de Alta Demanda tienen unas cualidades increíbles y si somos capaces de verlas seguro que ayudan a contrarrestar esos momentos más difíciles.
Un ejemplo de esto es su extrema sensibilidad, esa que hace que vestirles se convierta en una tortura porque protestan por costuras, etiquetas, tejidos y otras cosas que nosotros no alcanzamos a ver-sentir.
Esa que hace que se quiera ir de un sitio específicamente pensado para niños en el que hay demasiado ruido, demasiada luz o demasiada gente (por lo general, las tres a la vez)
Esa que hace que rompan a llorar a raíz de un comentario nuestro que sin ser realmente conscientes hemos hecho en un tono de voz más elevado .
Esa que hace que no quieran comer su comida preferida solo porque has cambiado la marca de tomate, y eso ha variado ligeramente el sabor que tú no notas y ni siquiera caes en que hay algo diferente.
Esa sensibilidad que les hace disfrutar de cada cosa al máximo como cuando comen chocolate y se deleitan de una manera increíble. Disfrutando su sabor como si fueran auténticos expertos en sabores y aromas.
Como la ilusión que tienen el día de su cumpleaños que es tan grande que no les deja ni dormir.
Como la emoción que sienten cuando ven a sus amigos a los que apenas hace un rato que no ven.
Como el amor que sienten y su capacidad para demostrarlo, cuando te dicen: «Te quiero mamá, eres la mejor».
En definitiva, creo que podemos darle la vuelta fácilmente y en lugar de frustrarnos porque su hipersensibilidad puede complicarnos algunos aspectos de la vida, vamos a elegir disfrutar a tope de todos esos momentos que nos regalan gracias a su aguda percepción.
Yo elijo disfrutar con mis hijos, ¿y tú?
Bien dices, a pesar de que sabemos que son sensibles, no siempre tienes las respuestas inmediatas para lo que hacen, dicen o quieren.
Cuando se expresan son tan auténticos que nos sorprenden y nos dejan sin defensas. Por momentos intenta uno ser mas tolerante y dejarlos ser un poco mas ellos; me refiero a no se tan estricto respecto a las normas, pero no siempre se puede y allí es cuando se tornan «complicadas» las jornadas.
Sin duda lo mejor es disfrutarlos y por momentos consentirlos y consentirnos un poco.
Saludos a todos
Sin duda, siempre es mejor ver el lado positivo. Gracias por tu comentario Tonatiuh!!
Un abrazo
Mónica
Cuanta razon Monica! Cuando aun no conocía el termino AD y me encontraba desesperada por el agotamiento y la frustracion de hacer lo que se debe y que nunca sea suficiente, pues me dedicaba a soltar la casa..la ropa sucia y cocina desordenada y a jugar con el, su sonrisa y disfrute se sentian tan inmensos, su risa contagia y asombra, su alegria al ver llegar a su papá de la oficina era tan adimensional.. que coincidimos mi marido y yo con eso de que lo bueno es maravilloso y lo bello es hermosisimo, su risa es una carcajada hermosa y todo, es mas intenso tambien para bien con el.