Después del parón veraniego, aquí estoy otra vez con energías renovadas, después de haber pasado un verano bastante diferente y muy reconfortante.
Este parón me ha servido para conectar conmigo misma, reflexionar y observar mucho a los niños.
Han sido unos meses de descubrimiento en los que he comprobado cómo todos los conocimientos que adquirieron durante el curso pasado han ido acomodándose en sus cabecitas. Ha sido fantástico estar presente en la gran evolución que han tenido en estos dos meses. Cómo han pasado los primeros días descansando porque era lo que necesitaban para luego florecer y sacar a la luz todo lo aprendido en forma de nuevos juegos, de una creatividad extrema y de un compañerismo entre ellos que me ha emocionado.
A nivel familiar estoy muy muy contenta de cómo ha transcurrido el verano. Además hemos disfrutado de unas temperaturas que nunca habíamos vivido en nuestra ciudad y eso nos ha permitido estar mucho en la calle, con amigos, jugando y pasando buenos ratos.
Después tuvimos las vacaciones propiamente dichas, es decir cuando fuimos a conocer otros lugares y tocamos un poco de todo para no aburrirnos: vimos museos, ciudades que no conocíamos, animales, hicimos castillos en la playa y lo más enriquecedor de todo ha sido que hemos conocido mucha gente nueva y nos hemos reencontrado con viejos amigos que cada vez lo son más. Eso ha hecho que los niños hayan crecido mucho en ese sentido también. A nivel de sociabilización con otras personas, este verano ha sido un punto de inflexión.
S. mi hija mayor ha cumplido este verano 8 años y sus relaciones con otros niños son la de una niña mayor, independiente, sin ningún problema para hacer y conservar amistades. Es simpática, educada, y según palabras de los demás un encanto.
Y G. el pequeñín de la casa, tiene 3 años y medio y este verano se ha convertido en todo un relaciones públicas. Allá donde va hace amigos y es que con su labia y esa sonrisa permanente conquista a grandes y pequeños.
Así que a nivel de relaciones sociales estoy más que satisfecha.
Y a nivel de trabajo en la web he estado sobre todo reflexionando sobre el futuro, hacia donde quiero ir y cómo lo voy a hacer, así que como siempre me pasa en septiembre, necesito hacer algunos cambios, para mejorar, crecer y ofrecer un mejor servicio a todas las familias que lo necesiten. Veo que nuestra evolución está siendo tan estupenda que quiero que la vuestra también lo sea.
De momento vuelvo a la rutina de publicaciones. Así que a partir de hoy volverás a encontrar dos artículos semanales en los que trataré de ayudarte contándote mis experiencias y todo lo que voy aprendiendo en mis formaciones, con el fin de mejorar la calidad de vida tanto de nuestros peques como de nosotros mismos.
El boletín al que puedes suscribirte si aún no lo has hecho pasará otra vez a ser semanal, con contenidos nuevos y alguna que otra sorpresa para las personas suscritas.
Y el cambio más grande es que la COMUNIDAD privada Crianza de Alta Demanda va a desaparecer. Después de tres años de funcionamiento y de haber ayudado con ella a muchas familias es hora de hacer un cambio, pero no te asustes, el motivo es crear nuevos espacios de aprendizaje donde seguirás encontrando mi apoyo, y las familias que están dentro de esa Comunidad pasan automáticamente al nuevo espacio del que te hablaré en los próximos días.
Si andabas con idea de apuntarte a la Comunidad en los próximos días, mándame un mail a monica@crianzadealtademanda.com y te explicaré cuáles son los cambios que va a haber y cuál es la mejor opción para ti.
Además de en la comunidad, va a haber cambios en muchos de los productos de Crianza de Alta Demanda. Al final de esta semana, desaparecerán muchos de ellos de la venta, así que si te interesan APROVECHA AHORA.
Bueno y con esto ya me despido, pero estate atenta porque el viernes es mi cumple y va a haber una SORPRESA que te va a encantar.
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