Hoy me gustaría hablaros de la sobreexcitabilidad, en concreto de la psicomtriz ya que existen varias.
Sobreexcitabilidad es una mayor capacidad para responder a los estímulos de los cuales se tiene más conciencia y de una manera más intensa.
Las sobrexcitabilidades hacen referencia normalemente a niños con Altas Capacidades, pero como ya he contado en alguna ocasión, creo firmemente que la Alta Demanda y la Alta Capacidad están relacionadas.
Si bien es cierto los niños de Altas Capacidades no siguen un patrón similar y por tanto hay muchos de ellos que no presentan sobreexcitabilidad.
En el caso de mi hija se cumplen las dos condiciones, es una niña de Alta Demanda desde que nació y hace dos años que le pasaron los test que confirmaron sus altas capacidades, así que este tema de las sobreexcitabilidad es un tema muy presente en nuestras vidas.
La sobreexcitabilidad psicomotriz, hace referencia a niños muy activos, enérgicos, que se mueven mucho y hablan mucho, con gran entusiasmo.
Esta sobrexcitabilidad en el caso de mi hija se hace más presente al terminar el día. Cuando llega el momento de cenar, que ya todos estamos cansados, ella se activa y empieza a moverse por toda la casa, haciendo cosas y habla y habla…..y llega la hora de dormir y sigue hablando y hablando 😉
Imagen de Freedigitalphotos.net
En este caso tenemos dos opciones:
- Dejarnos llevar por nuestro agotamiento y reaccionar sin pensar en las consecuencias.
- Entender que en ese momento necesita descargar ese alto nivel de energía y buscar una manera de hacerlo que sea útil y beneficiosa para toda la familia. Puede ser aprovechar sus idas y venidas para recoger los juguetes entre todos, o reservar un tiempo para que hable y nos cuente todo lo que necesite y pasado ese tiempo ya nos vamos todos a dormir. Pero siempre intentando entender que en ese momento necesita hablar y moverse y que es mejor canalizar esa necesidad que ignorarla porque entonces su comportamiento puede volverse más impulsivo y molesto para todos.
En algunas ocasiones hemos hecho un paréntesis para pintar un mandala que ya he comentado en alguna ocasión que tiene efectos beneficiosos sobre los niños de Alta Demanda. Sentarte a pintar con tu hijo hace que él baje de revoluciones y tú también. Por un momento olvidate del resto de las obligaciones y concentrate en esa actividad de verdad. Solo vas a «perder» unos minutos y vas a ganar en tranquilidad.
La próxima semana veremos otra sobreexcitabilidad, cómo podemos detectarla y cómo la resolvemos en nuestra familia.
Me ha encantado, Mónica. Mi hija (tiene 4 años) es igual, se «activa», tiene su máximo apogeo sobre todo intelectual, después de cenar. y se le ocurren las preguntas trascendentales, tipo: «¿Qué hay «detrás» del universo?» cuando estamos en la cama intentando dormir. No puede parar de hablar ni de moverse.
Es trasnochadora, su horario ideal sería de tarde, el problema es que esto es bastante incompatible con la vida familiar y ya no digamos con los horarios escolares.
El resultado es una falta de sueño crónica durante la semana, nunca se adapta del todo al horario que se considera «normal» para niños.
Hemos intentado de todo, pero he llegado a la conclusión de que es algo interno, genético, y no se puede modificar, sólo modular un poco. Lo más pronto que consigue dormirse es a las 22h.
Siii, las preguntas más profundas y trascendentales siempre se le ocurren cuando yo ya estoy prácticamente dormida, y lo de moverse, jejeje, hace un par de meses una noche le dio por moverse de una forma un poco rara y cuando le pregunté qué hacía me dijo que es que era la sirenita y estaba intentando mover la cola, jejeje.
La mía la verdad es que con el paso de los años y el cansancio diario del cole va aceptando dormir antes, cosa que antes era impensable, así que no desesperes 🙂
Muchas gracias por tu artículo, me ha dado tranquilidad y «luz». Mi hija sólo tiene 5 meses y medio y cada noche antes de dormir se súper activa, se sobreexcita, ríe como una loquilla, si la pongo en la cama, toma pecho y después no para de dar vueltas por la cama, hasta que cae rendida…yo la dejo descargar su energía, porque hace días al leee ti artículo lo vi más claro… Y ella hace 1 mes, tenía estos síntomas, pero al ser más pequeñita, duraban menos.
Y decirte que me has dado mucha luz, porque busqué artículos sobre nños de alta demanda porque mi hija menos los llantos, tiene las demás características…gracias por tus artículos, te seguiré leyendo.
Un abrazo
Gracias a ti Celia por estar por aquí.
Un abrazo
Mónica
Mi hija tiene 11 meses y su ritual de sueño consiste en estar una hora en la cama mientras dejo que me escale, me aplaste, se lance sobre mi, intente escalar la barrera de la cama, etc. Hasta que decide que se quiere acurrucar, tomar pecho y finalmente dormirse. Sin esa hora de gimnasio no se duerme nunca 🙂
Gracias por el blog, me ayuda muchísimo a llevar el día a día comprendiendo mejor lo que sucede.
Gracias a ti Aurora, me he reído al imaginarme la escena 🙂
Un abrazo
Mónica
Mi hijo mayor también es AACC y para él la hora de dormir es una tortura china. Como ya tiene 7 años, le hemos retrasado la hora de acostarse hasta las 11 porque empezó a inventarse o a somatizar malestares cada vez que se tenía que acostar. «Me duelel mucho la barriga/cabeza», «tengo ganas de vomitar», «no me encuentro bien…» y un sinfín de patologías con tal de no acostarse. Así que nada, cortamos de raíz. Ahora en vez de a las nueve y media como la mayoría de los niños, se acuesta a las 11 y tan feliz. También así puede disfrutar un ratito de estar con los mayores, porque su hermano pequeño se duerme normalmente a las diez, y nos evitamos todos malos ratos. Es importante conocerlos, son niños que con pocas horas de sueño tienen energía para parar un camión, así que no necesitan dormir las mismas horas que el resto de los mortales!
En el caso de mi hijo de 7, su sobreexcitabilidad psicomotriz es tan intensa que en algún momento sospeché que podía tener TDAH por lo hiperactivo que fue siempre. En un momento dado, por una crisis que se dio ante una situación puntual, lo llevamos a una psicóloga para un psicodiagnóstico, y si bien no se le hicieron pruebas de inteligencia, leyendo atentamente el informe veo que el perfil psicológico coincide con el de un niño de alta demanda y altas capacidades. Me llamó la atención en su momento que mencionaba capacidad de concentración intensa y superior a la edad y al mismo tiempo tendencia a la distracción y a la ansiedad. Pero así soy yo también.
La otra SE que ha manifestado claramente desde su nacimiento es la emocional. Entre las dos, y la intensidad de las SE mías (¡yo en mayor o menor medida tengo las cinco!), es todo un desafío criarlo.