Hoy quiero proponerte una idea para que tu hijo empiece a descubrir su entorno.
Se trata de preparar una cesta de los tesoros.
Puede usarse desde que el bebé se mantiene sentado un rato y más o menos hasta el año, (6 a 12 meses aproximadamente), cuando aún no caminan.
La finalidad es proporcionarle nuevas sensaciones a través de la vista, el olfato, el tacto, el oído y el movimiento.
El material que necesitas es una cesta de mimbre baja, para que no sea peligrosa para el niño si se apoya, y en ella debes meter todo tipo de objetos cotidianos intentando que no sean juguetes ni de plástico.
Conviene meter objetos de diferentes texturas y materiales, por ejemplo: de metal, madera, cerámica, tela, piel, elementos naturales…..siempre asegurándonos que sean lo suficientemente grandes, que no sean peligrosos y que estén limpios.
Objetos que podemos meter en nuestra cesta:
– un ovillo de lana
– un cepillo de dientes
– una brocha
– cestitos de diferentes tamaños
– cucharas
– tapas
– llaves
– tarros
– cajitas metálicas cerradas con arroz
– campanillas
– monedero de piel
– pelota de goma
– muñeca de trapo
– estuche de gafas
– piñas
– esponjas
– un limón
– conchas
– pinzas
– hueveras
– cajas
– papel vegetal
– rollo de papel higiénico
– papel de plata
– trozos de telas de diferente tamaño y color
– todo lo que se te ocurra que pueda resultar atractivo para tu hijo
Este juego da la posibilidad a los más peques de descubrir su entorno y empezar a desarrollar sus sentidos.
Tú debes estar presente, observándole, dejándole que experimente y actuando sólo si es necesario.
Es importante revisar y renovar el material a menudo. Tirar lo que esté estropeado, quitar las cosas con las que no juegue y poner cosas nuevas.
Creo que para los bebés de alta demanda puede ser una actividad interesante, ya que durante un ratito estará concentrado y más tranquilo.
Disfruta viendo a tu hijo descubrir el mundo. Y no te olvides de dejarme tus comentarios cuando lo hagas.
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