Este es el artículo que hace unos cuatro años, publicó la revista «Mi pediatra» sobre bebés de alta demanda. El último párrafo es lo que yo aporté al artículo.
 
Lloran más fuerte y más a menudo que el resto de bebés, comen con más ansia, apenas duermen, parece que nunca están satisfechos y precisan cuidados constantes. ¿Reconoces estos síntomas? ¿Es tal vez tu hijo un bebé de alta demanda?
 
Agotador, extenuante, estresado…así es el día a día con un bebé de alta demanda. Imagina no poder dejar tranquilamente al bebé durmiendo en su cuna porque apenas concilian el sueño un par de horas seguidas, o tener que darle el pecho cada poco, o no poder hacer las tareas del hogar porque quiere que le cojas en brazos todo el tiempo…cansa sólo imaginarlo. Pues esto es a lo que se enfrentan los padres de bebés de alta demanda. Todos coinciden en dos aspectos acerca de estos pequeños: nunca están satisfechos y sólo piden, piden y piden.
 
Pero ¿cómo son realmente?
El docor Williams Sears- pediatra norteamericano que acuñó el término de crianza con apego- resume las características y el comportamiento de estos bebés:
– Son más intensos: lloran más alto, sonríen con gusto y protestan con más fuerza.
– Son hiperactivos y les cuesta relajarse.
– Maman frecuentemente (cada 20, 15 o 5 minutos).
– Nunca tienen suficiente y piden todo con urgencia exagerada.
– Les cuesta conciliar el sueño y mantenerse dormidos durante mucho tiempo.
– Se muestran siempre insatisfechos. Son malhumorados y quisquillosos, no están a gusto de ninguna manera.
– Son totalmente impredecibles. Las rutinas no sirven con ellos.
– Son hipersensibles. Cualquiere cosa les excita, están en estado de alerta continua y se sobresaltan con facilidad.
– Necesitan más que ningún otro bebé el contacto piel con piel.
– Viven en constante angustia de separación de los padres.
Existen factores ambientales que influyen en que el bebé sea o no de alta demanda: el estrés durante la gestación (por un embarazo de riesgo, una situación económica difícil, un accidente, la muerte de un ser querido…), un trauma perinatal o postnatal (parto prematuro, período largo en la incubadora, parto largo y con sufrimiento fetal, separación prolongada de la madre después de nacer…), pero el principal es el factor genético.
 
Consecuencias en el día a día
Todas estas peculiaridades de los bebés de alta demanda influyen inevitablemente en la rutina diaria de sus padres. No son pocos los ámbitos que se ven afectados: los padres acumulan un cansancio excesivo porque son bebés que duermen muy poco. Además durante los primeros meses, salir de casa es tarea imposible debido a sus repentinos llantos deconsolados y desgarradores o a su malhumor. Al ser nerviosos e inquietos no se pueden realizar con ellos actividades tan sencillas como asistir a un taller de masajes (no se dejan manipular, están tensos y no disfrutan del masaje). Respecto a la alimentación, en la etapa de la lactancia son bebés que piden el pecho o el biberón constantemente. Necesitan ser alimentados con frecuencia. Además, la relación de preja se ve resentida, los progenitores están estresados, agotados y como consecuencia discuten más a menudo. Lo peor es que en muchas ocasiones los padres de estos bebés hacen las cosas deprisa y corriendo y dejan de disfrutar de lo que hacen. Pero sobre todo, la mayor consecuencia es que éstos se sienten desorientados, no saben cómo actuar, y lo que es peor, consideran que están haciendo algo mal para que el bebé se comporte de esa manera. Diana, mamá de Jimena (ocho meses) asegura «siempre pensé que lo que pasaba era culpa mía, que le hacía pasar hambre, sed, sueño, aburrimiento…parecía que no sabía cuidarlo».
 
¿Cuándo preocuparse?
No hay que confundir el llanto excesivo y frecuente de un bebé de estas características con aquellos que lloran por enfermedad o porque no se les presta atención. Bruno Nievas, pediatra, explica que «un llanto normal de un bebé es aquel que responde a las causas más habituales: hambre, sueño, pañal sucio…Si el pequeño está bien, el llanto se soluciona rápidamente»
 
Evolución del bebé de alta demanda
La duda es: estos bebés…¿serán también niños de alta demanda? La respuesta es sí. No sólo será un niño de alta demanda, sin también un adulto. «Los padres deben entender que no podrán cambiar el carácter de su bebé ni su forma de ser. Sobre los dos años, el período de las rabietas suele ser más intenso que en los demás niños, aunque no todos siguen el mismo patrón de conducta. Lo fundamental es crear un ambiente acogedor, familiar y ser flexibles con estos niños», afirma Guida, ya que» estos bebés no son el problema. Ellos son así porque han nacido así y es tarea de los padres aceptarlos como son, disfrutarlos y hacerles la vida más fácil»
 
El que dirán
Como en muchos aspectos de la vida, los comentarios de la gente acerca de un bebé de alta demanda influye en los padres e incluso en estos pequeños. La mayoría de las personas tienden a tacharles de consentidos o caprichosos cuando la ralidad es otra. El pediatra Bruno Nieva, «sí existen los denominados bebés de alta demanda. De la misma manera que no todos los niños tienen el mismo carácter – unos son más tranquilos y otros más alborotadores-, hay niños que exigen una mayor cuota de atención. Pero también es cierto que parte de este comportamiento puede ser transmitido por los padres: responder excesivamente  y de forma inmediata a cualquier demanda del niño puede ser tan contraproducente como el atenderle tarde o no hacerlo nunca. Como en todo, en el término medio está la virtud»
Mónica, mamá de Sara (15 meses) asegura que «la mayor consecuencia social es la incomprensión. La gente no entiende que estos bebés son así desde que nacen y que nosotros nos hemos tenido que adaptar a ellos. Creen que la culpa de que ellos se comporten así es por nuestra actitud». Sin embargo, concluye, «tienen una personalidad asombrosa y unas cualidades excepcionales, aunque de tan intensos y enérgicos, son agotadores», pero con una buena compresión de los padres y sobre todo, con grandes dosis de paciencia, se puede sobrellevar mejor.
El contenido para mi gusto está en general bastante bien, aunque siempre tuve la sensación de que los que escribieron el artículo no conocen de verdad a ningún bebé de alta demanda.
¿A tí qué te parece el artículo?