Pues esta es la nueva ocurrencia de mi hija. Mi niña, esa bebé intensa que es la que ha hecho que naciera todo mi proyecto de Crianza de Alta Demanda, ya no es un bebé, en un par de meses va a cumplir siete años, pero sigue siendo intensa, y sensible y casi todas las caracterísitcas que me llevaron en su día a saber que era un bebé de alta demanda o altas necesidades.

Ahora mismo está en una época de niña niña, quiere jugar a las princesas, a las muñecas, dibujar familias…aunque a veces también tiene sus juegos más «brutos», esos suelen darse en los momentos en que no ha recibido la atención que necesitaba, son como una válvula de escape a la ansiedad que eso la genera, y de repente se convierte en un ciclón.

Pero cuando le sale la vena de jugar a las muñecas, se vuelca completamente en ello y esto ¿qué quiere decir? pues que se pasa todo el día con sus muñecos a cuestas. Los cambia el pañal, los viste, los da de comer y los portea a todas horas del día, y los muñecos ¿qué hacen? llorar y protestar todo el tiempo.

Así que continuamente se oye un lloriqueo de los muñecos, a pesar de tener cubiertas sus necesidades. Cuando lo hace un rato es gracioso, cuando llevas todo el día escuchando el lloriqueo del muñeco te dan ganas de darlo en adopción.

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Me siento afortunada por tener dos hijos de alta demanda, me están enseñando muchas cosas que de otra manera no hubiese aprendido, pero ¿un muñeco de alta demanda también?

En fin, todo sea por dejar que mi hija desarrolle su creatividad y canalice sus emociones a través del juego, pero ¡no veas qué ganas tengo de que el muñeco crezca y deje de llorar a todas horas!