Hace unos meses empecé a compartir nuestra vida como homeschoolers en el blog, pero he dejado de hacerlo porque nuestra realidad ha cambiado.
Ahora mis hijos acuden a una escuela de pedagogía activa en la que se respetan sus ritmos y necesidades de aprendizaje, en la que tienen mucho juego libre que es el que hace que aprendan lo que necesitan saber en cada momento, donde sus emociones son lo más importante, donde se fomenta la colaboración y la autonomía y sobre todo donde son felices.
Hemos decidido teminar nuestra etapa como homeschoolers porque aunque la teoría es maravillosa, la práctica es bastante más complicada.
El hecho de que en España, no esté reconocida la educación en casa es un obstáculo muy grande que te limita en muchos aspectos y a eso se ha unido la necesidad que mostraban mis hijos por estar con otros niños. Tuvimos muchas dudas sobre qué decisión tomar y justo en ese momento de gran incertidumbre apareció en el horizonte la escuela de nuestros sueños y como si de un puzle se tratase todo empezó a encajar.
Ha sido un cambio muy grande para nuestra familia, sobre todo para mi que he tenido que cambiar del todo mi forma de vida de los últimos años.
Para empezar he tenido que volver a conducir, cosa que solo había hecho en contadas ocasiones, cambiar horarios de levantarnos, de atender la casa, de acostarnos…y el cambio mas grande está siendo el cambiar el chip de ocuparme yo integramente de su educación, a delegar en otras personas lo que yo llevo haciendo los ultimos 7 años. Afortunadamente mis hijos me lo están poniendo muy fácil y las profes encargadas del bienestar de mis hijos también.
Me siento afortunada por poder ofrecerles a mis hijos la mejor educación para ellos, la que comprende a la persona como un todo y no deja de lado ningun aspecto, en la que predomina el RESPETO.
Así que si ellos están felices yo lo estoy también, aunque este ultimo mes haya sido uno de los más difíciles de gestionar de mi vida, porque en apenas 20 días mi vida ha dado un giro de 180 grados en todos los aspectos. Pero de todo se aprende y en esta ocasión estamos aprendiendo mucho todos.
«Donde yo aprendo lo que no se puede enseñar»
Qué suerte con la escuela, Mónica!
Nosotros al final decidimos que nuestra hija empezase P3 este año, porque yo ya no podía más con la dedicación completa, y ella también pedía «algo más». Los parques por la mañana están vacíos, sólo hay bebés con abuelos, no podía jugar con nadie y yo la veía preparada para más experiencias, para separarse un poco de mí.
Al final optamos por un cole público del barrio (y tuvimos la suerte de entrar) que no es ideal pero en los aspectos importantes creo que sí. El mayor problema que veo es la ratio: 24 niños por maestra, aunque intentan que haya otra educadora de refuerzo la mayor parte del tiempo.
Puntos a favor importantes (doy esta info por si otras madres estan buscando cole):
– Trabajan por proyectos: ningún libro hasta primaria y entonces son un recurso más, además estan socializados.
– No fuerzan la lectoescritura, ponen pocos deberes.
– Para los peques, nada de fichas, la primera hora es de juego libre, les sacan varias propuestas diferentes en las mesas cada día: puzles, legos, figuras de animales, disfraces, plastilina, pizarras con imanes, tableros con chinchetas, piezas de construcción pequeñas y grandes (para jugar en el suelo), coches, muñecas, la cocinita, el rincón de lectura (con colchonetas) y la mesa con material de dibujo estan siempre. Se mueven libremente por la clase, se sientan y arrastran por el suelo…
– Están en el patio casi una hora. Es de tierra, con plantas trepadoras por la valla, y les sacan también juguetes (además de los toboganes con pasarela): triciclos, pelotas para botar encima, cubos, palas, carretillas. También tienen huerto y todas las clases tienen su cajón asignado para cultivar.
– La adaptación era flexible: y me refiero a que podías estar tú dentro de clase el tiempo que considerases durante el primer mes. Y durante el resto del año puedes estar dentro hasta las 9:30h. Eso es muy importante para mi hija a la que no le gusta el jaleo: la entrada es un poco caótica con tantos niños y padres a la vez. Nosotras llegamos 5 minutillos más tarde, la ayudo a quitarse la chaqueta, me quedo con ella jugando y cuando todo está calmado y ella está tranquila, me voy.
– Todavía no vamos por las tardes, comemos en casa y nos quedamos. Sólo va el jueves por la tarde porque hacen psicomotricidad que le encanta.
En resumen, buscad que haya: JUEGO LIBRE, MUCHA MANIPULACIÓN Y EXPERIMENTACIÓN, RECREO LARGO, FLEXIBILIDAD en adaptación y en horario, NADA DE FICHAS. Y que las maestras sean amorosas, cojan en brazos, besen, toquen a los niños. Los nuestros lo necesitat mucho.
Suena bastante bien Begoña!!!
Gracias Mónica. Aún así le está costando adaptarse, y a mí!
Sigue sin ser escuela libre, que es lo que yo quería, les dirigen actividades, aunque no les obligan nunca, la resolución de conflictos no es la más adecuada… en fin.
Viviendo en Barcelona, también valorábamos la proximidad, poder ir caminando al cole.
Fuera de Barcelona sí que hay algún proyecto privado, pero carísimo, y con una hora de viaje de ida y otra de vuelta.
Y en Barcelona tenemos un par de coles públicos que siguen esa pedagogía, lo que demuestra que no está reñido con el «curriculum oficial».
A mí me encantaba éste, pero no teníamos puntos para entrar, está superdemandado:
http://escolacongresindians.com/
Nosotros vivimos en Portugal. Tengo un hijo de 7 que educó en casa. Me gustaría tener una escuela de esas por aquí cerca.
Amparo, busca bien que a lo mejor tienes alguna cerca y no lo sabes. En España hay un listado de pedagogías altenativas, tal vez haya algo similar allí. Pregunta en foros de escuelas libres, homeschooling…… Te dejo el enlace de España por si te puede servir: http://ludus.org.es/es