Hoy quiero contarte quien soy, a qué me dedico y porqué hago lo que hago
Soy Mónica San Martín y llevo casi 7 años trabajando en la Alta Demanda (el próximo mes de mayo celebramos el séptimo aniversario) es decir en conocer y gestionar la elevada intensidad y sensibilidad de los niños que presentan estas características y cómo esas demandas afectan a nuestras vidas, tanto a nivel de la logística del día a día como a nivel emocional descubriendo partes de nosotras que estaban escondidas y nos pillan desprevenidas cuando salen a la luz.
Soy madre de una niña de Alta Demanda que ya tiene 11 años, y en este tiempo he aprendido a darle la vuelta a todo lo que esto tiene de «aparentemente negativo» para encontrarle un verdadero sentido.
Estos 11 años no solo he mejorado considerablemente mi visión de la crianza siendo cada día un poco mejor madre para mis hijos, también he mejorado como persona a través de un profundo crecimiento personal en el que mi hija a sido la impulsora y también he aprendido a acompañar a mi hija a utilizar todo su potencial en su propio beneficio.
Así que para mí el hecho de tener una hija de Alta Demanda ha cambiado mi vida de una manera total y absoluta, consiguiendo mejoras en todas las áreas de mi vida.
Antes vivía escondida debajo de muchas capas que trataban de ocultar mis miedos e inseguridades. Descubrir que yo misma fui una niña de Alta Demanda me ha hecho reconciliarme con mi pasado y esa es la única manera de sanar a mi niña interior, a aquella niña que sufrió de pequeña porque se sentía sola e incomprendida.
Conectar con el AMOR hacia esa niña pequeña para poder ayudarla me ha conectado con el AMOR de mi yo adulto y eso me ha dado la paz que necesitaba. Ahora desde una serenidad y una seguridad que nunca había tenido voy sanando poco a poco a esa niña y a la vez que ella sana, mi yo adulto también lo hace dejando salir al exterior todo lo que durante años estuvo oculto por miedo.
Ahora disfruto de lo que implica ser una adulta de Alta Demanda y puedo ser yo misma: activa, sensible, dulce, entusiasta, contundente, persistente, intensa, impaciente, valiente…..y es maravilloso haberme descubierto.
Desde esa conexión con el AMOR veo la Alta Demanda de una manera totalmente diferente y se que es un regalo ser así. Eso hace que tanto la vida como la maternidad sean mucho más fácil.
Después de 11 años trabajando sobre ella ahora recogemos muchos de esos frutos y disfruto viendo a mi hija: dinámica, segura de sí misma, creativa, intensa…..feliz.
Hasta ahora yo me escondía, creía que de esa manera sufría menos, pero era justo al revés. Ahora ya no lo hago, ahora soy YO y trabajo cada día para que mi hija no tenga que hacerlo y pueda brillar y disfrutar de todas las maravillas que tiene por ser como es.
Conectar con el AMOR ha sido mi camino para vivir una vida plena.
Esa serenidad y esa seguridad que ahora disfruto se proyectan en la relación con mis hijos con paciencia y comprensión y en la visión que ahora tengo de la vida, sin duda mucho más bonita y feliz de lo que era antes.
Ahora me dedico a trabajar las demandas, características y peculiaridades de los niños y a través ellas ayudar a sus madres a reconocerse y a conseguir disfrutar de la maternidad y vivir una vida tan plena como la que yo ahora disfruto.
De esta manera toda la unidad familiar se transforma.
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